Si partimos de que todas las adicciones y procesos adictivos lo que tienen
en común es, la búsqueda incontrolada y vaga de la plenitud, la alegría y la
paz a través de la relación con un objeto o un evento, es decir, la adicción en su nivel más básico, es un intento de
controlar y satisfacer la necesidad de felicidad se podría decir que la personalidad de un adicto es hedonista.
Una vez que la persona comienza a ver un objeto como
el medio para alcanzar la estabilidad emocional, se empieza a construir los
cimientos de una relación adictiva, cuando esta se desarrolla la persona se
vuelve casi exclusivamente hacia dentro, al punto de retraerse y solo estar en
contacto con su amor su sustancia.
La persona pierde todo concepto de moralidad y hace
cosas que, de no estar bajo el influjo de la droga, no haría, la droga se
convierte en el centro de la vida del adicto, se convierte en el todo, llegando a afectar en todas las áreas de su
vida: labora, familiar, académicas, salud, y espiritual.
Un adicto solo puede confiar en la adicción, no en las
personas. El confiar en las personas constituye una amenaza al proceso de la adicción,
y se perdería la relación intensa y exclusiva. Se vuelven egoístas y soberbios.
Para los adictos es más importante las cosas que las
personas, el uso de sustancias corresponde a un afán de huir de la realidad.
Las drogas proporcionan una vía de escape, un alivio temporal a los problemas personales,
familiares o sociales. También son una puerta de salida frente al vacío
existencial presente en el interior de la persona, el cual la lleva a volcarse
en búsqueda de salidas ilusorias que llenen dicho vacío, posiblemente es la
búsqueda de sentirse querido y respetado.
Unas de las características de las personas que
desarrollan una adicción son la timidez, falta de autoestima y mucha ansiedad
aunque pueden simular una cierta fortaleza y desenvoltura, pero bajo esa capa
superficial son emotivamente inseguras y tiene una gran necesidad de cariño y
afecto.
Les resulta difícil establecer relaciones estrechas
con otras personas y las drogas les ayudan, proporcionándoles alivio, seguridad
y confianza. Son personas solitarias e inseguras, y las drogas les proporcionan
bienestar.
El único factor que separa al adicto del no adicto es
que el adicto se ha visto en una situación en la que su personalidad ha
resultado demasiado frágil, y busco la forma de mitigar el dolor con un objeto
que lo reconfortaba, mientras que el no adicto aún no se ha sentido tan frágil
para no afrontar la situación; y buscar desesperadamente un objeto exclusivo de
confort.
Generalmente al llegar a la adolescencia, la
maduración afectiva e intelectual lleva a los jóvenes a preguntarse por el
sentido de la vida: ¿Quién soy? ¿Por qué vivo? ¿Hacia dónde voy?, fortalecer su personalidad, y a veces no
encuentran respuestas a estos cuestionamientos y así pueden buscar la solución
a sus problemas espirituales en la excitación efímera que provocan las drogas.
Es decir, la falta de sentido de la vida crea un vacío
existencial que conduce a intentar evadirse de él, con el consumo de
sustancias, al igual que la falta de creencias y de ideales de vida han sido
inidentificadas por varios investigadores como elementos asociados al consumo.
De la misma manera el amor es el sentimiento más
normal que pueda haber pero a veces los padres no lo demuestran claramente, de
modo que la persona no se siente amado aunque si lo sean. En la adolescencia,
las frecuentes fricciones entre padre e hijos pueden ahogar las manifestaciones
de afecto y llevar a un bloqueo afectivo por ambas partes: los jóvenes, al no
sentirse amados, se muestran más rebeldes, resentidos y violentos; los padres,
al no conseguir imponer su autoridad, se vuelven más rígidos separando cada vez
más el respeto y el amor.
Bajo la misma línea de pensamiento, la adicción es un proceso de creer en
promesas falsas y vacías: la promesa falsa de alivio, la promesa falsa de
seguridad emocional, el sentimiento falso de autorrealización, el sentimiento falso
de intimidad con el mundo y sentimiento falso de amor.
Si aceptamos la hipótesis que la adicción es un amor
patológico y no un tipo de personalidad , en donde no permite a la persona estar en paz con nadie más, que no
sea la sustancia, el programa de recuperación de Alcohólicos Anónimos estimula
al adicto a ser honesto consigo mismo y con los demás, y motiva a la persona
para que practique la oración y la meditación, ofreciendo la posibilidad de ver
su problema o personalidad como un
"despertar espiritual" en el que su íntima exposición al dolor y las
secuelas de la adicción puedan convertirse en un servicio para los demás y así
romper con la relación de amor patológico o falsa felicidad.
BIBLIOGRAFIA
Kawage, Q. A., Gutiérrez, P., Llano, O. M., Parente,
D. M., Chavarría, O. M. (1996). Las Adicciones y las Disfunciones en la
Familia. México: Trillas
Rascón, G. L., Medina, M. E., Otero, M. B. R., Marino,
H. M. C., Villatoro, A. J., Tapia, R., Solache, G. (1987). Orígenes de la
investigación de la dependencia a las drogas. Revista Sonorense de Psicología.
Vol. 1, N.3.
Alcohólicos Anónimos: www.alcoholics-anonymous.org/
Alcohólicos Anónimos México: www.alcoholicos-anonimos.org.mx/
Nakken C( 2007) Personalidad Adictiva. Grupo Editorial
Patria
Twerski A. (1999). El
pensamiento adictivo. Editorial Patria
Hola Adriana
ResponderEliminarGracias por compartir tus ideas!!
Me gustó mucho que subieras videos.
¿Este es tu ensayo final?
¡un abrazo!
Hola Adriana, a mí se me hace más fácil ver al adicto con la sustancia desde la relación "amor patológico" que verlo solamente desde el ángulo de la personalidad adictiva, ya que en los adictos podemos observar características y rasgos comunes, pero no me atrevería a decir que son propiamente de la personalidad del adicto, también esas características se pueden observar en los no adictos, como por ejemplo, alguien antisocial no necesariamente es adicto. Gracias por compartir tu ensayo.
ResponderEliminarHola Adriana
ResponderEliminarEs muy interesante la manera que abordas este tema, considero interesante el aspecto que tratas acerca de una falta que trata de llenar el individuo mediante el consumo y por lo cual creo comienza a definir su personalidad desde esta conducta.
Saludos!!!